• Elige un champú para cabellos teñidos: 

Utiliza productos específicos diseñados para el cuidado de cabellos teñidos, preferiblemente sin siliconas ni sulfatos. Estos ayudan a mantener el color y el brillo por más tiempo, además de proteger tu cuero cabelludo.

• Evita usar agua caliente:

El agua caliente abre la cutícula del cabello, volviéndolo más poroso y afectando negativamente la durabilidad del color. Opta por lavar tu cabello con agua templada o fría.

• Hidrata bien tu cabello:

La hidratación es clave para evitar la oxidación del pigmento. Usa una mascarilla para cabellos teñidos o secos al menos una vez a la semana.

• Espacia los lavados:

Después de salir del salón, espera al menos dos días antes de lavar tu cabello. Esto permite que el pigmento se asiente en los folículos. Lávalo solo cuando esté realmente sucio, ya que lavados frecuentes pueden hacer que el color se desvanezca más rápido.

• Protege tu cabello:

No solo en verano, sino también en invierno, protege tu cabello del sol y el frío con gorros o sombreros. Además, siempre aplica un protector térmico antes de usar secadores, planchas o rizadores.